Un guía se ha especializado profesionalmente comprometiéndose a reducir al mínimo el riesgo residual. Su formación requiere un alto nivel de seguridad además de una gran cantidad de experiencia, que ayuda a los guías de montaña profesionales y cualificados a tomar las decisiones correctas en situaciones difíciles.

Recuerde que la escalada está catalogada como deporte de riesgo, es por eso que es imprescindible contratar un guía titulado de nivel II en escalada o bien realizar un curso de formación "iniciación y perfeccionamiento" siempre asegurándose de que los formadores son Técnicos de escalada.

Es responsabilidad del cliente asegurarse de que el Técnico demuestre su titulación y la existencia de un seguro, ya que en caso contrario, el intrusismo laboral provoca que haya guías sin la formación adecuada ni los seguros pertinentes con el consecuente riesgo de accidentes y consecuencias en caso de tal o el aprendizaje erróneo o de técnicas inadecuadas con su consecuente peligro.